Ese rayo al mismo tiempo reconvertirá todas las estructuras atómicas, envolviendo al planeta en una especie de aura que determinará, según sea el grado de intensidad de la misma, determinadas funciones de la materia.
El átomo, lógicamente, no vendrá modificado, pero sí la densidad de las estructuras atómicas. Lo cual va a permitir a cada uno de los seres vivos un mayor aprovechamiento de sus estructuras motoras y mentales; en definitiva son conceptos, la Humanidad actual va a ascender un grado, un importante grado evolutivo, que le separará a años luz de su actual conformación psicológica y mental.
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