Peter Kelder |
Kelder cuenta que los ejercicios le fueron enseñados por un ex oficial del ejército inglés al cual, a su vez, le habían sido enseñados por un lama tibetano en un monasterio del Himalaya. Tal vez Peter Kelder se inspiró en “Shangri-La” de James Hilton, que en su libro de mayor éxito “Lost Horizon”, deja intuir que el secreto de la fuerza y vitalidad de los Lamas Tibetanos consiste en algunos ejercicios rituales.
La historia narrada en el libro tiene inicio una tarde en la cual el autor, Peter Kelder, se está relajando sobre un banco del parque, leyendo el diario de la tarde. Un anciano señor se le sienta al lado y comienza a conversarle. El hombre se presenta como el coronel Bradford, un oficial del ejército inglés jubilado que prestó servicio incluso en los cuerpos diplomáticos de la Reina.
Hacen amistad y se frecuentan por un tiempo, hasta que el coronel le anuncia una sorprendente decisión que ha tomado: ir a la India para descubrir la fuente de la eterna juventud. Cuando él estaba en misión en la India, algunos años antes, había oído una historia curiosa e inolvidable referente a los lamas de un monasterio situado en un lugar remoto y salvaje del Himalaya tibetano. En ese monasterio, una antigua sabiduría transmitida por miles de años prometía la solución de uno de los grandes misterios del mundo. Según la leyenda, los lamas del monasterio eran herederos del secreto de la Fuente de la Juventud.
Como todos, el coronel Bradford había comenzado a envejecer a la edad de 40 años y desde entonces, había perdido toda apariencia de juventud; pero cuanto más escuchaba hablar de aquella milagrosa Fuente de la Juventud, más se convencía de que tal lugar existía en verdad. Comenzó a recoger informaciones sobre los caminos a seguir, sobre las características de la zona, sobre el clima y sobre cualquier dato que pudiese ayudarlo a identificar aquella localidad.
El coronel estaba cada vez más obsesionado por su deseo de encontrar esta Fuente de la Juventud a tal punto que había decidido volver a la India y buscar seriamente aquel retiro y su secreto de duradera juventud.
El coronel Bradford preguntó a Kelder si quería unirse en el viaje, pero Kelder declinó la invitación.
El coronel Bradford partió y pasaron muchos años durante los cuales no dio noticias; Kelder había casi olvidado a su amigo de otrora y sus ideas de un Shangri-La tibetano, cuando un día recibió una carta en la cual el coronel le comunicaba que había alcanzado su objetivo y que estaba por retornar.
Cuando se reencontraron, Kelder fue testigo de una asombrosa transformación: el viejo y jubilado coronel Bradford muestra el semblante de un hombre de cuarenta años: en lugar de un viejo curvado y pálido con bastón, vio una figura alta, erecta. Tenía el rostro radiante y el cabello tupido y negro con raras trazas de gris. El rejuvenecido coronel si preparó a contar a su emocionado amigo todo lo que había ocurrido durante su prolongada ausencia. Habló de años de lucha y esfuerzos recompensados finalmente con el éxito: el descubrimiento de un remoto monasterio tibetano cuyos ocupantes no envejecían jamás gracias a unos ejercicios que cotidianamente ejecutaban.
Según Kelder, estos ejercicios tenían el poder de reforzar el físico, reequilibrar la energía, regenerar el cuerpo y la mente, y enlentecer el proceso de envejecimiento.
Christofer S. Kilham, autor del libro I CINQUE ESERCIZI TIBETANI (Tea edizioni), es quien en los años '70 redescubrió el texto de Kelder y lo hizo famoso en todo el mundo. Afirma que después de haberlos practicado por dos años aproximadamente, se convenció de que eran algo excepcional.
La historia narrada en el libro tiene inicio una tarde en la cual el autor, Peter Kelder, se está relajando sobre un banco del parque, leyendo el diario de la tarde. Un anciano señor se le sienta al lado y comienza a conversarle. El hombre se presenta como el coronel Bradford, un oficial del ejército inglés jubilado que prestó servicio incluso en los cuerpos diplomáticos de la Reina.
Hacen amistad y se frecuentan por un tiempo, hasta que el coronel le anuncia una sorprendente decisión que ha tomado: ir a la India para descubrir la fuente de la eterna juventud. Cuando él estaba en misión en la India, algunos años antes, había oído una historia curiosa e inolvidable referente a los lamas de un monasterio situado en un lugar remoto y salvaje del Himalaya tibetano. En ese monasterio, una antigua sabiduría transmitida por miles de años prometía la solución de uno de los grandes misterios del mundo. Según la leyenda, los lamas del monasterio eran herederos del secreto de la Fuente de la Juventud.
Como todos, el coronel Bradford había comenzado a envejecer a la edad de 40 años y desde entonces, había perdido toda apariencia de juventud; pero cuanto más escuchaba hablar de aquella milagrosa Fuente de la Juventud, más se convencía de que tal lugar existía en verdad. Comenzó a recoger informaciones sobre los caminos a seguir, sobre las características de la zona, sobre el clima y sobre cualquier dato que pudiese ayudarlo a identificar aquella localidad.
El coronel estaba cada vez más obsesionado por su deseo de encontrar esta Fuente de la Juventud a tal punto que había decidido volver a la India y buscar seriamente aquel retiro y su secreto de duradera juventud.
El coronel Bradford preguntó a Kelder si quería unirse en el viaje, pero Kelder declinó la invitación.
El coronel Bradford partió y pasaron muchos años durante los cuales no dio noticias; Kelder había casi olvidado a su amigo de otrora y sus ideas de un Shangri-La tibetano, cuando un día recibió una carta en la cual el coronel le comunicaba que había alcanzado su objetivo y que estaba por retornar.
Cuando se reencontraron, Kelder fue testigo de una asombrosa transformación: el viejo y jubilado coronel Bradford muestra el semblante de un hombre de cuarenta años: en lugar de un viejo curvado y pálido con bastón, vio una figura alta, erecta. Tenía el rostro radiante y el cabello tupido y negro con raras trazas de gris. El rejuvenecido coronel si preparó a contar a su emocionado amigo todo lo que había ocurrido durante su prolongada ausencia. Habló de años de lucha y esfuerzos recompensados finalmente con el éxito: el descubrimiento de un remoto monasterio tibetano cuyos ocupantes no envejecían jamás gracias a unos ejercicios que cotidianamente ejecutaban.
Según Kelder, estos ejercicios tenían el poder de reforzar el físico, reequilibrar la energía, regenerar el cuerpo y la mente, y enlentecer el proceso de envejecimiento.
Christofer S. Kilham, autor del libro I CINQUE ESERCIZI TIBETANI (Tea edizioni), es quien en los años '70 redescubrió el texto de Kelder y lo hizo famoso en todo el mundo. Afirma que después de haberlos practicado por dos años aproximadamente, se convenció de que eran algo excepcional.
Christofer Kilham |
Estos son sólo algunos de los libros actualmente disponibles en los cuales se explican los Cinco Tibetanos:
Varios se han dado cuenta de su poder después de sólo cuatro meses; es fabuloso el modo sutil con el cual te sientes progresivamente mejor, más limpio y fuerte y con las energías vitales que circulan.
Los lamas hicieron comprender al coronel que en un cuerpo sano, hay chakras que, como siete vórtices, ruedan a gran velocidad y permiten a la energía vital, llamada también “prana”, fluir hacia arriba a través del sistema endócrino. Pero generalmente ocurre que uno o más de estos vórtices comienza a enlentecerse y el flujo de energía vital resulta inhibido o bloqueado: éste podría ser otro modo para definir el envejecimiento y un precario estado de salud. El modo más rápido para volver a adquirir la juventud, la salud y la vitalidad consiste en retomar el normal movimiento rotatorio de estos centros energéticos. Esto se puede realizar mediante estos cinco simples ejercicios. Cada uno de ellos es eficaz en sí mismo, pero los mejores resultados se obtienen con la práctica de los cinco. En realidad, no se trata de ejercicios propiamente dichos.
Dicho esto, el coronel describe y ejecuta delante de Kelder los cinco ejercicios yoga de los “Cinco Ritos”. Él recomienda a Kelder comenzar con la ejecución cotidiana de cada Rito repetida tres veces, y luego aumentar gradualmente las repeticiones hasta llegar a 21 al día.
El desbloqueo de la energía vital determina aperturas de conciencia notables; estos ejercicios son capaces de debilitar las formas-pensamiento determinando un mayor pasaje de energía vital al Cuerpo Físico.
Estoy en contra de los ejercicios que puedan intervenir en la kundalini, pero es verdad que cualquier actitud mental tiene un efecto sobre su condición. Practicar ejercicios físicos que llevan poco a poco a obtener lucidez y fuerza, no pueden representar un problema acerca de la condición de la kundalini; al contrario, estos ejercicios pondrán a prueba dedicación, devoción y disciplina en el camino hacia la Realización del Yo Superior.
Considero que Los Cinco Ritos Tibetanos se encuentran entre los más eficaces ejercicios generales combinados de stretching, esfuerzo isométrico/isotónico (estático/dinámico) y activación de la respiración que nos es dado conocer.
Aunque esta tecnología sea reivindicada de la tradición yoga, creo que el descubrimiento de estas técnicas haya sido apolítica; ya se trata de un técnica ultramilenaria de la cual ya no tiene importancia saber quién la descubrió.
Como movimientos de calentamiento para cualquier actividad física, son perfectos.
Sentiràn que la columna vertebral se volverá de acero y que la fuerza los envolverá; desaparecerán los malestares y aumentará la confianza en nosotros mismos.
La ejecución de estos ejercicios permite a la energía y a la fuerza vital que atraviesa los nervios, fluir correctamente y enlentecer o disolver eventuales bloqueos energéticos. El efecto benéfico de los 5 Tibetanos es extraordinario y se revelará de gran valor para cualquiera que esté dispuesto a dedicarles algunos minutos de su jornada.
Es importante que quede claro que se trata de técnicas energéticas y no de ejercicios gimnásticos en los cuales demostrar la propia habilidad, fuerza o rapidez de ejecución... y por lo tanto tal vez justamente quien tiene dificultades para mover su cuerpo puede, con sus propios tiempos, encontrar beneficios importantes ejecutando estos simples ejercicios.
Conozco la manera en la cual tienen efecto y el modo en que funcionan y puedo decir que entiendo por qué después de miles de años siguen siendo un misterio.
El trabajo primario es el trabajo sobre el cuerpo: ¡esto debe ser recordado! Las personas necesitan ser devueltas a sus cuerpos. Se han trasladado muy lejos a causa de sus pensamientos y han perdido el enraizamiento en sus cuerpos. Cuando las personas se vuelven dueñas de sus cuerpos, cada cosa se vuelve posible porque se transforman en seres vivos y sensibles. Cuando comienzan a percibir su energía, la energía de su cuerpo, dejan de ser cristianos, hinduistas o musulmanes y se perciben simplemente seres humanos. Se vuelven parte del mundo al cual pertenecen, se vuelven vitales, llenos de vida como los árboles, los animales, los pájaros, y todo se vuelve posible.
En qué consisten los 5 tibetanos.
Los lamas hicieron comprender al coronel que en un cuerpo sano, hay chakras que, como siete vórtices, ruedan a gran velocidad y permiten a la energía vital, llamada también “prana”, fluir hacia arriba a través del sistema endócrino. Pero generalmente ocurre que uno o más de estos vórtices comienza a enlentecerse y el flujo de energía vital resulta inhibido o bloqueado: éste podría ser otro modo para definir el envejecimiento y un precario estado de salud. El modo más rápido para volver a adquirir la juventud, la salud y la vitalidad consiste en retomar el normal movimiento rotatorio de estos centros energéticos. Esto se puede realizar mediante estos cinco simples ejercicios. Cada uno de ellos es eficaz en sí mismo, pero los mejores resultados se obtienen con la práctica de los cinco. En realidad, no se trata de ejercicios propiamente dichos.
Dicho esto, el coronel describe y ejecuta delante de Kelder los cinco ejercicios yoga de los “Cinco Ritos”. Él recomienda a Kelder comenzar con la ejecución cotidiana de cada Rito repetida tres veces, y luego aumentar gradualmente las repeticiones hasta llegar a 21 al día.
El desbloqueo de la energía vital determina aperturas de conciencia notables; estos ejercicios son capaces de debilitar las formas-pensamiento determinando un mayor pasaje de energía vital al Cuerpo Físico.
Estoy en contra de los ejercicios que puedan intervenir en la kundalini, pero es verdad que cualquier actitud mental tiene un efecto sobre su condición. Practicar ejercicios físicos que llevan poco a poco a obtener lucidez y fuerza, no pueden representar un problema acerca de la condición de la kundalini; al contrario, estos ejercicios pondrán a prueba dedicación, devoción y disciplina en el camino hacia la Realización del Yo Superior.
Considero que Los Cinco Ritos Tibetanos se encuentran entre los más eficaces ejercicios generales combinados de stretching, esfuerzo isométrico/isotónico (estático/dinámico) y activación de la respiración que nos es dado conocer.
Aunque esta tecnología sea reivindicada de la tradición yoga, creo que el descubrimiento de estas técnicas haya sido apolítica; ya se trata de un técnica ultramilenaria de la cual ya no tiene importancia saber quién la descubrió.
Como movimientos de calentamiento para cualquier actividad física, son perfectos.
Sentiràn que la columna vertebral se volverá de acero y que la fuerza los envolverá; desaparecerán los malestares y aumentará la confianza en nosotros mismos.
La ejecución de estos ejercicios permite a la energía y a la fuerza vital que atraviesa los nervios, fluir correctamente y enlentecer o disolver eventuales bloqueos energéticos. El efecto benéfico de los 5 Tibetanos es extraordinario y se revelará de gran valor para cualquiera que esté dispuesto a dedicarles algunos minutos de su jornada.
Es importante que quede claro que se trata de técnicas energéticas y no de ejercicios gimnásticos en los cuales demostrar la propia habilidad, fuerza o rapidez de ejecución... y por lo tanto tal vez justamente quien tiene dificultades para mover su cuerpo puede, con sus propios tiempos, encontrar beneficios importantes ejecutando estos simples ejercicios.
Conozco la manera en la cual tienen efecto y el modo en que funcionan y puedo decir que entiendo por qué después de miles de años siguen siendo un misterio.
El trabajo primario es el trabajo sobre el cuerpo: ¡esto debe ser recordado! Las personas necesitan ser devueltas a sus cuerpos. Se han trasladado muy lejos a causa de sus pensamientos y han perdido el enraizamiento en sus cuerpos. Cuando las personas se vuelven dueñas de sus cuerpos, cada cosa se vuelve posible porque se transforman en seres vivos y sensibles. Cuando comienzan a percibir su energía, la energía de su cuerpo, dejan de ser cristianos, hinduistas o musulmanes y se perciben simplemente seres humanos. Se vuelven parte del mundo al cual pertenecen, se vuelven vitales, llenos de vida como los árboles, los animales, los pájaros, y todo se vuelve posible.
En qué consisten los 5 tibetanos.
Consisten en 5 ciclos de posiciones a efectuarse, sistemáticamente, 21 veces cada uno. Estos ejercicios deben sere realizados todos los días y mejor aún dos veces al día, de mañana y de noche; se llevan a cabo siempre con el estómago vacío.
Estas son las imágenes animadas de las cinco posiciones, por gentil concesión de Marc Cofer, del sitio:
primer
ejercicio
IMPORTANTE: Este primer
ejercicio puede resultar
extremadamente peligroso por ser fácil la aparición de vértigo con la
consiguiente pérdida del equilibrio y caída; es necesario por tanto no
tener muebles u otro objeto cerca que de algún modo pudiera dañarles en
caso de caída. Para no perder el equilibrio, al término de las
rotaciones, unir los pulgares y mirarlos fijamente por algunos segundos.
segundo
ejercicio
Levantar
la cabeza y llevar el mentón al pecho inspirando; bajar la cabeza,
espirar y volviendo la nuca al suelo.
tercer ejercicio
Colocar
las manos sobre los glúteos a la altura del ano; al ir hacia atrás,
inspirar y al volver hacia adelante, traer el mentón hacia el pecho,
espirando.
cuarto
ejercicio
Inspirar
al subir; espirar al bajar hasta llevar el mentón al pecho. Recordar
que el fulcro lo tienen los talones, por lo cual es la pelvis que debe
moverse adelante y atrás, y nunca se deben cambiar de lugar los pies o
las piernas.
quinto ejercicio
En
la fase de arqueamiento, inspirar hasta llevar el mentón al pecho; en
la fase de descenso, espirar y levantar la cabeza todo lo posible. Para
este ejercicio sugeriría tener las manos y los pies en contacto con el
suelo y no sobre materiales sobre los cuales se pueda resbalar.
Hay una puntualización que considero que es importante tener en cuenta: estos ejercicios fueron puestos a punto en la región del Tibet, un territorio que se encuentra por encima de la línea del Ecuador.
Ahora, demos una ojeada a cómo está hecha nuestra galaxia: la Vía Láctea gira alrededor de un eje que pasa por los polos galácticos. Imaginando que observamos desde el polo Norte galáctico (observa la figura más abajo), la rotación se produce en sentido horario y arrastra los brazos en espiral; también los planetas de nuestro sistema solar y la Tierra misma giran en sentido horario.
Ahora, demos una ojeada a cómo está hecha nuestra galaxia: la Vía Láctea gira alrededor de un eje que pasa por los polos galácticos. Imaginando que observamos desde el polo Norte galáctico (observa la figura más abajo), la rotación se produce en sentido horario y arrastra los brazos en espiral; también los planetas de nuestro sistema solar y la Tierra misma giran en sentido horario.
Como se puede ver en la siguiente imagen, también nuestro sistema solar está orientado al plano horizontal de la Vía Láctea:
(2)
Por este motivo, considero que todo lo que está por encima de un hipotético plano horizontal, está sujeto a fuerzas “horarias”, mientras que todo lo que se encuentra por debajo de un plano horizontal, está sujeto a fuerzas "antihorarias".
Considerando esto, si el lugar donde se efectúan los ejercicios está por encima de la línea ecuatorial (hemisferio boreal), este primer ejercicio debe ser hecho en sentido horario, mientras que si uno se encuentra en un área por debajo del ecuador (hemisferio austral), el ejercicio debería ser realizado en sentido antihorario. Pero ésta es sólo una hipótesis e invitaría a nuestros lectores del hemisferio Sur a hacernos saber dentro de algunos meses, cuál es el sentido de rotación mejor en esa parte del mundo.
Considerando esto, si el lugar donde se efectúan los ejercicios está por encima de la línea ecuatorial (hemisferio boreal), este primer ejercicio debe ser hecho en sentido horario, mientras que si uno se encuentra en un área por debajo del ecuador (hemisferio austral), el ejercicio debería ser realizado en sentido antihorario. Pero ésta es sólo una hipótesis e invitaría a nuestros lectores del hemisferio Sur a hacernos saber dentro de algunos meses, cuál es el sentido de rotación mejor en esa parte del mundo.
Si en lugar de energía hablamos de materia, y por lo tanto, de agua, también el remolino de la descarga del lavabo sigue la misma mecánica: una vez abierto, el agua se verá sometida a dos fuerzas: una real que es la fuerza de gravedad, que tiende a dirigir el agua hacia abajo, y otra aparente, debida a la rotación terrestre, que tenderá a hacerla girar en sentido horario en el hemisferio boreal y en sentido antihorario en el hemisferio austral, como lo ha explicado el científico Coriolis (entra en Wikipedia).
otras indicaciones
No obstante, si se sufre de alguna patología de tipo muscular, óseo o respiratorio, sería bueno que vuestro médico tratante aprobase este tipo de actividad.
Es necesaria una indumentaria especial?
Para realizar los Cinco Tibetanos es importante disponer de la máxima libertad de movimiento, por lo tanto lo mejor es usar ropa cómoda, sin cinturón o elásticos apretados, y preferiblemente de algodón.
¿Dónde es oportuno realizar los ejercicios?
Lo ideal sería en el jardín, con los pies descalzos sobre la hierba; a falta de esto sería útil acondicionar un espacio en casa, exclusivamente para nuestras sesiones. Si esto no fuera posible, hacer en modo que el espacio temporalmente elegido esté limpio y ordenado. Realizar los 5 Tibetanos sobre una alfombra o una colchoneta, o sobre una superficie no dura.
¿Con cuántas repeticiones comenzar?
Comenzar con sólo 5 ciclos para cada ejercicio y pasar gradualmente a ciclos de 8, luego de 12, luego de 15 y finalmente de 21; de todos modos el gradiente es siempre personal.
¿Quién puede realizar los Cinco Tibetanos?
Los 5 Tibetanos otorgan bienestar y energía a todos.
¿Qué hacer entre un ejercicio y otro?
Es necesaria una indumentaria especial?
Para realizar los Cinco Tibetanos es importante disponer de la máxima libertad de movimiento, por lo tanto lo mejor es usar ropa cómoda, sin cinturón o elásticos apretados, y preferiblemente de algodón.
¿Dónde es oportuno realizar los ejercicios?
Lo ideal sería en el jardín, con los pies descalzos sobre la hierba; a falta de esto sería útil acondicionar un espacio en casa, exclusivamente para nuestras sesiones. Si esto no fuera posible, hacer en modo que el espacio temporalmente elegido esté limpio y ordenado. Realizar los 5 Tibetanos sobre una alfombra o una colchoneta, o sobre una superficie no dura.
¿Con cuántas repeticiones comenzar?
Comenzar con sólo 5 ciclos para cada ejercicio y pasar gradualmente a ciclos de 8, luego de 12, luego de 15 y finalmente de 21; de todos modos el gradiente es siempre personal.
¿Quién puede realizar los Cinco Tibetanos?
Los 5 Tibetanos otorgan bienestar y energía a todos.
¿Qué hacer entre un ejercicio y otro?
Realizar siempre tres respiraciones profundas entre un ejercicio y otro, aprentando los glúteos al inspirar e imaginando que se proyecta la energía de la tensión de ls glúteos hacia arriba, al espirar.
Atención: ningún esfuerzo y cuando lleguen en tres semanas al objetivo de los 21 ciclos por ejercicio y los sigan por al menos un mes, entonces sabràn cómo cambió su vida; sentiràn la sangre fluir en sus venas.
Recuerden esto: “trae un individuo estresado y tendrás el control sobre él”; entonces comencemos por eliminar las posibles fuentes de estrés y las relativas formas-pensamiento y frecuentemos a quienes hacen las cosas con pasión logrando hacer feliz la vida propia y también de los demás.
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