Sabemos que la Luna (al igual que la Tierra), tiene tres movimientos básicos, traslación, rotación y libración, siendo que éste último, la inclinación o bamboleo aparente de la Luna, es aproximadamente de entre 5 y 7º de arco, cosa que al mismo tiempo que hemos podido ver todos que su ubicación era anormal debido a la luz que reflejaba del sol, ha sido (es, porque todavía puede ser observado a simple vista) coherente con su inclinación o libración aparente, pudiéndose afirmar que está inclinada a la izquierda unos 42º sobre su posición natural. Esto, por sí mismo, implica que sería la Tierra la que ha modificado su eje de giro, inclinàndose 42º hacia el Sur. Un hecho por sí mismo de una importancia tal que habría requerido (y requiere) una explicación urgente de las autoridades (especialmente de las astronómicas) lo que no se ha verificado, como si nadie hubiera visto nada o lo que se ve, fuera completamente normal.
Nada hay de normal en esto, ni es una cuestión a la ligera que los planetas o los satélites, modifiquen sus movimientos de este modo. Los planetas no se inclinan 42º porque sí, sino por influencia de otros cuerpos estelares presentes que están interactuando con el campo electromagnético solar y terrestre, que son los que, si no existiera esas fuerzas ajenas, mantienen a la Tierra en su posición natural.
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